domingo, 12 de septiembre de 2010
Mayor Dolor de Aracena
Deseoso de que llegase la fecha, 11 de Septimbre de 2010, y que pronto se pasó. Una noche diferente especial, pero sobre todo rodeada de amigos.
La virgen comenzó su paseo por el pueblo a eso de las 23h, una vez terminado el pontifical y desde la "Catedral" de Aracena partió hasta varios de sus barrios, para repartir amor a todos sus vecinos. Transcurrían las horas, Ella seguía paseandose de forma impresionante.
El paso, comandado por sus capataces, Resti, Gonalo, Fran, etc...fue portado por tres cuadrillas de costaleros. El que suscribe formaba parte de la cuadrilla alta, y todo hay que decirlo, disfruté igual o más que hace dos años.
Pasaban las horas y los relevos se sucedían, al mismo tiempo que iban cayendo las primeras tostás para tener el cuerpo a tono a ciertas horas de la mañana. La noche era agradable con una temperatura muy buena, poco apropiada para la zona en la que nos encontrábamos, pero que se acabó agracediendo.
El primero de nuestros relevos fue cortito, no más de 20 minutos creo yo, pero sirvió para entrar en contacto con el palo y sudar un poco para que la ropa se pegase mejor al palo y a la cabeza. Hubo que esperar cerca de hora y media, por no decir dos horas, para el siguiente relevo, éste sí más larguito, pero que se disfrutba de igual forma, con los cuerpos derechos y recibiendo las calles con la barbilla clavada en el pecho y aguantando los kilos. Las marchas sonaban una tras otra, con algunos parones de la banda que como era lógico también quería descansar.
Poco a poco se acercaba mi último relevo, la última de las cuestas para mí, portando a la madre de Dios y de los hijos de Aracena. Pero antes de llegar éste pude vivir unos de los momentos que más pallizco me dió junto con la entrada de la Virgen. Fue entrando en la calle de "la Amagura", dicho así por una lugareña que me explicó que aquella calle era conocida con ese nombre porque en Semana Santa, en la Madrugá, pasa por allí la Virgen de la Amargura con los primeros rallos de sol,y es un momento mágico.
Pues dicho momento pude revivirlo con otro palio, y fue con éste del que os hablo. Me coloqué a mediados de la calle, imaginensela, estrechita, con farolas en las paedes, balcones llenos de flores y colgaduras para la Virgen... No llegaba a ver el paso aún pero escuché la levantá y la banda marcó marcha... como no, Amarguras... y el palio fue apareciendo poco a poco en la esquina para llamarse la derecha alante y al izquierda atrás poco a poco y siempre de frente... una vez encarada l calle, la música se hizo dueña del momento, y sólo se escuchaba ésta y el sonio de las bambalinas chocando en los varales. Movimientos muy cortitos abajo, ya que las rejas de las terrazas y ventanas no ayudaban al fácil discurrir, pero poco a poco a poco fue pasando la calle hasta desembocar en la plaza.
Metros más alante me metería para realizar mis dos últimos elevos de la cuadrilla alta. Fueron cortos pero intensos. Acabé con Esperanza de Triana coronada... que con el perdón de los trianeros que leen esto, hubiese preferido una de la Señora de Sevilla como Coronación de la Macarena o Aniversario macareno.
Ya finalizaron mis relevos de esa noche. Comenzaron los abrazos y los besos de los que ya terminamos allí y sólo quedaba ver la entrada de la Virgen. A las 10h de la mañana, apróximadamente, hizo su entrada en la Iglesia del Castillo, a los sones de Encarnción Coronada y tras varias chicotás de casta y coraje de la cuadrilla pequeña. Ya una vez dentro, la banda interpretó Reina de Triana un par de veces siendo el apoteosis final entre los vecinos que allí se congregaban.
Así pusieron fin a unas jornadas inmejorbles para la Coronación de la Virgen del Mayor Dolor que quedó posada a los pies del altar Mayor que ella reside a diario.
Agradecer la invitación a dicha procesiónde los capataces, que se portaron, al igul que todo el pueblo, de manera escepcional con nostros, Muchas Gracias .
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